Rajoy pisó mi sangre

Hace una hora terminé de desmontar el meeting político del PP en Barcelona. Tengo un colega con el que hice cortos y participé en El Greko gracias a él… que me dijo si quería ganar un buen dinerito. Y así fué que yo, en contra de mis prinicipios y a favor del dinero y la curiosidad, preparé y asistí a un meeting del Partido Popular en el polideportivo Nova Icaria. Con la presencia del coordinador de la campaña electoral del PP en Catalunya, el Cirera y Rajoy.
Antes del hecho en sí teníamos que montar una pantalla gigante para que un rectro-proyector impresionante de (10000lúmenes) proyectara un video increíble, por el miedo que influía, llena de imágenes espeluznante, para no hablar de la música… además del maldito himno del PP, ti tarí tarirara rí,éste sigue sonando en mi cabeza.
Y hablando de pantallas y otras cosas, recuerdo un dolor mínimo de un objeto cayendo sobre mi cabeza y empezar a sangrar. Una especie de pasador gigante de solo 4kg desde una altura de 4 metros de altura. Por primera vez me había abierto la cabeza. Sangraba mucho pero no dolía, casi. Resultado: 4 puntos, mis primeros 4 puntos. Hospital del mar, no me sé mi numero de la seguridad social, dudo tenerlo. Recuerdo que mi ex trabaja en una mutua y tiene acceso a estas cosas. Me temblaba la voz y tenía ganas de llorar. Pasé el triatge rapidito y después olvidaron de mi, estaba sentado con una toalla blanca llena de sangre que había usado para parar la hemorrágia. Solo, sentado en una silla de ruedas porque me había mareado. Me negué a desmayarme, no iba a desmayarme. Me pareció una situación horriblemente solitaria. Una sala de espera en la que estas solo… Me puse a llorar, otra vez, sin vergüenza alguna delante de la gente que iba entrando, gente que había allí antes de que yo llegara, al mismo tiempo y después de que yo llegara. Y no me dolía la cabeza o su brecha puntuable, sino el corazón. Me fué muy duro hablar con mi ex, lagrimilla a punto de caer y la soledad de un pasillo en espera para entrar a los boxes de urgencias.
Hace mucho que me hacía falta llorar.